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Trastorno de la personalidad obsesivo-compulsiva (TPOC)
Aunque por su nombre se lo puede confundir con un TOC, es diferente, aquí no hablamos de pensamientos recurrentes e invasivos que se le imponen al paciente más allá de su voluntad, tampoco de las típicas conductas o rituales compulsivos que se utilizan para tratar de disminuir la ansiedad, controlar las obsesiones o bien para “evitar” que suceda algo negativo.
Como todo trastorno de personalidad el TPOC es una afección crónica con rasgos específicos que se mantienen en el tiempo. Lo que caracteriza a este trastorno es una preocupación excesiva por el orden, el perfeccionismo y el control. Se presenta un patrón conductual tan rígido y exagerado que muchas veces afecta la eficiencia de las tareas, conduciendo a quienes lo padecen a perder de vista el objetivo principal de lo que están haciendo. Estas personas quieren que todo se haga siguiendo sus altos estándares y desconfían de la capacidad de los otros, por lo que les cuesta mucho delegar. Los inquieta demasiado el orden, los horarios y la organización de las actividades, les cuesta hacer foco en lo importante porque se pierden en los detalles. Las mejores "amigas" de estos pacientes son las extensas y minuciosas listas que realizan para organizarse y para tratar de bajar la ansiedad que les genera la tarea.
La búsqueda de perfección y las altas metas que se auto imponen los lleva a una fuerte angustia y en muchos casos a no poder terminar con los objetivos propuestos a tiempo. En ciertas ocasiones se ven socialmente limitados y manejan poco sentido del humor. A veces al cuadro general se le suma un trastorno depresivo.
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